La digitalización ha supuesto un cambio en nuestra conducta. Hoy en día compartimos toda nuestra vida personal y profesional a través de RRSS, dejando un rastro de actividad que hoy llamamos huella digital.
Su consumo ha sufrido un crecimiento exponencial en los últimos diez años, y todos necesitaremos hacer algo con nuestra vida digital cuando se produzca el fallecimiento.
De hecho, un 85% de los internautas de 16-65 años usan RRSS, esto es, más de 25,5 millones de usuarios en España tienen Huella Digital.
Pero ¿qué ocurre con ese rastro que dejamos en la red? Este tema fue abordado durante Fórum Panasef, celebrado en Zaragoza.

El consejero delegado de Grupo Narbón, Antonio Teruel, presentó la situación actual ante la aprobación e la nueva ley que hoy ha aprobado el Congreso de los Diputados y que regula el derecho al testamento digital.

Ante la situación que se plantea, una de las cartas que se puso sobre la mesa es qué podemos hacer, y entre las opciones, Teruel explico el concepto de ejercer el denominadoDerecho al Olvido”, un concepto relacionado con la protección de datos personales, el derecho al honor, intimidad e imagen, así como solicitudes de supresión, bloqueo o desindexación de información que se considera cierta pero obsoleta o no relevante por el transcurso del tiempo.
Hasta ahora, La ley 15/1999 y su reglamento preveía, en vida, que las personas podían ejercer el derecho ARCO, (acceso, rectificación, cancelación y oposición). En el caso de los fallecidos: Los fallecidos, no tenían derecho asociado a la protección de datos. Los familiares podían ejercer derecho de cancelación.
Es decir, RRSS como Facebook, Instagram o Twitter, entre otras, solo permitían solicitar la eliminación del perfil (o mantenerlo como perfil conmemorativo en el caso de Fb).
Sin embargo, gracias a la entrada en vigor de la nueva Ley, se regula, por primera vez, la protección de datos de los fallecidos, salvo cuando el difunto lo hubiera prohibido (excepto los datos de carácter patrimonial).

¿Y de qué forma? Mediante el borrado de la huella digital mediante el cual, el operador funerario tiene un posible servicio complementario a su habitual servicio de actividad. Es decir, ante este escenario, se crean nuevos tipos de servicios de fidelización de clientes para los operadores funerarios y las compañías.
Pero ¿es fácil lograr borrar esa huella? Depende de la actividad de cada cliente o de su diversidad de huella digital que cada uno tenga. La gestión no es sencilla, ni mecánica y el procedimiento puede conllevar algunas veces litigios hasta poder ejercer tus derechos.

derecho-olvido-ponencia

Por ello, Narbón ofrece servicios de gestión del Legado Online en vida (creación de entorno de últimas voluntades en vida), y el borrado de huella digital (la posibilidad de ejercer el derecho al olvido en vida y tras el fallecimiento).

El primero, consiste en un servicio jurídico de testamento digital donde reflejar el legado digital una vez la persona fallezca. Se trata de un servicio online con funcionalidades donde el cliente, en vida, puede facilitar a sus herederos accesos y documentos asociados, y que ha sido bautizado como “milegadoonline.com”.

Cuenta con:

  • Asesoramiento y gestión del testamento
  • Gestión del legado digital (rrss, webs, emails…)
  • Caja fuerte online de contraseñas y documentos
  • Emails de despedida, álbum fotográfico, recuerdos…
  • Nombramiento de destinatarios/herederos

Por otro lado, el servicio de borrado de huella digital, tanto en vida como en fallecimiento, cuenta con una gestión personalizada ofrecida por Narbón:
•Informe de la Huella Digital (mapa estructurado digital).
•Borrado de Huella Digital con valoración personalizada del servicio gracias a la información encontrada.

El consejero delegado de Grupo Narbon hizo hincapié en la necesidad de comunicar a la sociedad el cambio de concepto en el que, si las prestaciones se alargan en el tiempo y se ofrecen servicios al entorno familiar, un operador funerario no solo prestará servicios durante un momento puntual (pompa fúnebre), sino en vida, fallecimiento y tras el mismo.

Por ello es tan importante crear una plataforma de comunicación y de prestación de servicios a través de áreas de usuario de cara al futuro.